Fernando Alonso fue el gran protagonista de la salida del GP de Arabia Saudí. El asturiano, que arrancaba segundo tras Sergio Pérez, realizó una arrancada espectacular que le permitió ponerse rueda a rueda con el mexicano antes de la curva 1. Tras ella,ya lideraba la prueba.

Lo hacía además manteniendo tras él de buena manera al piloto de Red Bull. Le tenía controlado, sabedor que el RB19 era y es más rápido en rectas pero que el Aston Martin no es precisamente una tartana. Que el AMR23 corre. Que tiene muy buenas virtudes y que es en curva donde saca la ventaja que deja de ganar en las rectas.

En Jeddah apenas hay de eso, pero estaba. Estaba en la lucha. Estaba en la pelea. Sin embargo, llegó el momento del jarro de agua fría. Llegó la notificación de dirección de carrera. "Anotado incidente con el coche 14 por colocarse mal en la caja de salida". Sí, eso era. Lo mismo que Ocon... más o menos.

De anotarse pasó a investigarse, y de ahí a la sanción. Cinco segundos para él, cuando era líder de carrera antes de que Checo pudiera abrir DRS. En ese momento, se comió al Aston Martin.

El motivo no fue que se pusiera delante de la caja de salida, sino que se colocó levemente más a la izquierda de su posición. Dos de sus ruedas, fuera de la línea blanca del cajón.

Eso le valió a Alonso una sanción de 5 segundos, que cumplió con el 'safety car' que causó el abandono de Lance Stroll, y que posteriormente derivó en otra más que le quitó su segundo podio de la temporada.