El Gran Premio de Hungría nos dejó una de las imágenes más curiosas de la temporada, la de Lando Norris destrozando el trofeo de Max Verstappen al abrir su botella de champagne en el podio. La imagen se viralizó en las redes sociales y fue uno de los temas más comentados el domingo.

La historia se ha repetido este fin de semana en Spa-Francorchamps. Los integrantes de Red Bull celebraban su doblete en el Gran Premio de Bélgica posando para la tradicional foto de equipo cuando varios mecánicos comenzaron a mojar al resto de la plantilla.

En ese momento se produjo una estampida en la que un miembro del equipo se tropezó con la pizarra de 'Checo' Pérez, que cayó encima del trofeo que acredita a Red Bull como constructor ganador del gran premio. El asesor del equipo, Helmut Marko, se encargó de sostener los trofeos de los dos pilotos, pero no pudo evitar que el de la escudería acabase hecho añicos.

Al darse cuenta de la situación, Max Verstappen no pudo evitar reírse. "¡Lo han roto otra vez, el trofeo está roto!", gritó el neerlandés.