El motor Renault no está nada solicitado en la Fórmula 1. De hecho, ninguna escudería parece haberlo solicitado de cara a la temporada que viene. Y en Alpine han encontrado la razón.

Laurent Rossi, jefe de la escudería, lo ha explicado de manera muy contundente, advirtiendo a la marca de que esto es "una señal" para ellos muy clara.

"Aparentemente ya no tenemos ningún crédito. Debemos mirarlo con sobriedad. Nuestro motor ya no era atractivo para los clientes", explica el jefe del equipo galo.

"En el pasado, a menudo nos marcamos un autogol desde un punto de vista técnico, porque adaptamos en demasía nuestros motores a los deseos de los clientes para su chasis. Esto ha llevado a capacidades limitadas", detalla.

Y finaliza advirtiendo que se "perjudican a sí mismos": "Si el cliente no estaba satisfecho, nos desarrollamos en dos direcciones, con las que nos perjudicamos a nosotros mismos. En un mundo ideal, debes construir un motor y los clientes tienen que vivir con eso. Así el equipo de fábrica también tiene un beneficio porque recibe más datos".

Renault sólo suministra a su equipo oficial, Alpine, mientras el resto de equipos lo han rechazado. Es el único motor que no cuenta con ningún equipo externo en la Fórmula 1. Y Rossi tiene claro que eso debe cambiar para volver a convertirse en competitivos.