La Fórmula 1 va a regresar a los tiempos de 2017 y años anteriores. Va a hacerlo en cuestión de horarios, regresando a las habituales salidas a las 14:00 en vez de a las 15:10 de 2018, 2019 y 2020.
Todo, viendo que los beneficios que ha dado el cambio de hora han sido menores de los esperados. Liberty Media buscó aumentar audiencia en EEUU en televisión, pero lo cierto es que no ha ido tal y como esperaba.
Además, tampoco resultó efectivo que el evento empezase 10 minutos más tarde de la hora en punto. "Algunas teles conectan a en punto, y se pierde la tensión y la emoción de los minutos previos de cada carrera", se decía en ese momento.
Sin embargo, esos diez minutos extra hicieron que las televisiones tuvieran que ingeniárselas para, además del previo ya de por si extenso, tener más contenido.
Los aficionados, eso sí, no recibieron con los brazos abiertos la medida. Tampoco los trabajadores, mecánicos y demás, pues tardaban más y se iban más tarde de cada carrera. Carreras mejor dicho, pues el número de pruebas ha ido 'in crescendo' estas temporadas dando como resultado final un 2021 de récord en cuanto a número de eventos.
Como 'gran pero' de esta vuelta al horario 'antiguo', está el hecho de que muchas carreras de F1 coincidirán con pruebas de MotoGP. Esto es algo que, por otra parte, ya sucedía cuando los eventos eran a las 14:00 según el horario central europeo.
De momento, está medida está a falta de hacerse oficial. La predisposición es positiva, tal y como cuentan en 'Racefans.net'.
Todo se verá en la primera carrera del Mundial que, parece ser, será en el GP de Baréin y no en Australia.
Te puede interesar
Habla un expiloto de F1: "Fernando Alonso es un hombre que ha desperdiciado su talento..."
Ricciardo y su esperanzador mensaje para Alonso: "Renault ha mejorado mucho"
Considerado "parte activa"
La UCO sostiene que Piqué fue "parte activa" en el contrato de la RFEF de Rubiales con Arabia Saudí para la Supercopa
El contexto Según el informe de la UCO al que ha tenido acceso laSexta, los investigadores atribuyen al exjugador un papel más relevante del que se creía en la adjudicación del contrato de la Supercopa de España.