El fin de semana terminó en desastre para Aston Martin en el Gran Premio de Estados Unidos. Empezó mal y terminó peor, con Fernando Alonso teniendo que retirarse cuando estaba en plena remontada y con el objetivo del sexto puesto.

El bicampeón de la Fórmula 1 había salido desde el pit lane porque su equipo había roto el parque cerrado. La clasificación invitaba a ello: decimoséptimo el asturiano. Lance Stroll, decimonoveno.

Una clasificación desastrosa porque el viernes les pasó todo lo malo que les podía pasar. Problemas en los frenos, con fuego incluso en el coche de Alonso, y ambos coches se quedaron con la Q1. Era la primera vez de Fernando en este 2023.

Y Mike Krack, jefe de la escudería de Silverstone, ha reconocido que fue muy arriesgado. Es más, rompieron una "regla" no escrita en la Fórmula 1: poner mejoras en el coche en un fin de semana con carrera al sprint como era el de Austin.

"Siempre está la regla de no llevar actualizaciones en un fin de semana al sprint. Cuando tomas la decisión, sin embargo, aceptas el reto. Y nosotros perdimos el viernes debido a la preparación. no estábamos suficientemente bien preparados y perdimos la sesión...", reconoce Krack.

Fue un viernes terrible. "Cuando solo tienes una hora... dijimos antes de venir que teníamos que estar al 100% en esa sesión. Y es que cuando tienes un problema, ya te quedas sin los datos que querías tener", expresa el jefe del equipo dirigido por Lawrence Stroll.

Y cierra reconociendo de nuevo el riesgo que asumieron. Y que a pesar del ritmo del coche en carrera, por momentos el más rápido, se equivocaron: "Eso fue lo que nos pasó. Era posible llevar actualizaciones este fin de semana, otros lo hacen, pero el riesgo era mayor".