La denuncia de Adrian Newey, jefe técnico de Red Bull, es total contra la Fórmula 1. Se sienten "acorralados" por la competición, que asegura que sólo beneficia a otros equipos y mira con lupa a los de las bebidas energéticas.

"No recuerdo un lobby en F1 como el que hay contra Red Bull. En muchos sentidos, es un cumplido para el equipo encontrarnos bajo tales miradas por parte de los demás. Hemos experimentado esto antes, pero no puedo recordar un momento en el que hayamos recibido el mismo nivel de política y de lobby entre bastidores contra nuestro coche", afirma.

Newey ha recordado cómo la F1 "cambiaba la reglamentación" durante la época de dominio de Sebastian Vettel, con cuatro mundiales consecutivos: "Estábamos bajo un escrutinio constante y nos adaptábamos a cada conjunto de regulaciones cambiantes".

"Ya hemos pasado por esto en las últimas batallas del campeonato con Ferrari. Esa es la naturaleza de la F1, y una de las cosas que la hace tan estimulante, pero es la frecuencia e intensidad de este año lo que es bastante revelador", detalla.

Y señala directamente a Mercedes: "Cuando Mercedes empezó a hacer ruido al respecto, no estaban preocupados por lo que Alfa Romeo estaba haciendo. Sólo les preocupaba que nosotros obtuviéramos un beneficio, que en realidad no lo teníamos. Pero el cambio de esa parte implicaba un coste que, evidentemente, perjudicaba".

El equipo Red Bull ha denunciado esta caza de brujas, en una temporada en la que la tensión con Mercedes es total. La lucha entre Max Verstappen y Lewis Hamilton está al rojo vivo, con el imborrable recuerdo del incidente en Silverstone.