Ni Charles Leclerc ni Carlos Sainz pudieron terminar la carrera de Bakú. Ambos sufrieron los problemas de fiabilidad de Ferrari. Unos problemas que están complicando la batalla por el mundial de Fórmula 1.
Mientras en Red Bull disfrutan. Sobre todo Helmut Marko, acostumbrado a no callarse nada. Sus problemas sobre sus rivales suenan a cachondeo: "A diferencia de Ferrari, no tenemos problemas serios".
"En las últimas cinco carreras hemos tenido fuertes cambios de dirección, pero eso puede volver a cambiar", ha afirmado el austriaco en declaraciones a la agencia 'GMM'.
"Ferrari, sin duda, tiene un coche fuerte si puede resolver sus problemas. Por lo tanto, debemos aprovechar todas las oportunidades que nos ofrezcan", ha detallado Marko.
Canadá llega este fin de semana y Ferrari espera haber dejado atrás esas complicaciones. Porque el mundial está en un momento decisivo. Max Verstappen se escapa... y también Red Bull en el mundial de constructores.
Leclerc, que parecía el gran favorito a comienzo de temporada, está a 34 puntos del campeón del mundo. Y en medio de ambos se encuentra el otro Red Bull, el de Sergio Pérez, con 129 puntos.
¿Lograrán los de Maranello darle la vuelta a esto? Está claro que Red Bull ha cogido velocidad de crucero. Aunque a ellos también se les plantea un problema por mucho que Marko lo vea todo de color de rosas: ¿dejarán luchar a Verstappen y Pérez?
Cabe recordar que el mexicano está a 21 puntos de su compañero. En Bakú dejó pasar a Verstappen, pero aseguró que no fueron órdenes de equipo, simplemente que Max "era más rápido". Bendito problema, pensará Red Bull.