En el garaje de Aston Martin todo son sonrisas y rostros de esperanza y ganas por lo que está por venir en 2023. En los entresijos del paddock cada vez coge más fuerza el rumor de que los de Silverstone preparan algo muy potente para la próxima temporada... y encima conducido por Fernando Alonso.

En su primer día vestido de verde, el bicampeón del mundo de Fórmula 1 se mostró muy contento a la par que gratamente sorprendido por lo visto con el equipo de mecánicos e ingenieros, y ese 'feedback' fue recíproco.

Mike Krack, jefe de Aston Martin, así lo ha explicado: "Fue rápido de inmediato y su eficiencia en la transmisión de mensajes fue muy impresionante. Fue directo al grano en todo momento. Muy amable, abierto y transparente"

"Pudimos ver claramente que todos estaban muy felices de tener a este tipo en el coche durante el test. Así que creo que quizás encendió otra chispa con su pasión y deseo de ganarse al equipo", ha añadido.

De hecho, para ejemplificar la "dedicación y motivación" de Alonso, Krack recuerda la imagen que dejó después de que su Alpine le volviese a fallar, una vez más, en el Gran Premio de México.

"Con Fernando, siempre pongo el ejemplo de esa imagen en el GP de México de su frustración por no haber terminado séptimo. Este es un ejemplo de dedicación y motivación. Si tienes a alguien con esta pasión y ganas de ganar, tiene un impacto en el equipo", explica.

En aquella ocasión, el asturiano se bajó del monoplaza y en una imagen que no se le recuerda anteriormente, pegó un puñetazo al aire y se quedó resignado contra las protecciones. Eso es Alonso... y eso es lo que quiere Aston Martin para tocar el cielo.