Semana intensa la que van a tener de trabajo en Ferrari. Semana, y a saber si mes. El motivo, el gran problema de 2022 sigue presente en 2023, porque en todo el invierno en la 'Scuderia' no han dado con la tecla para arreglar lo que les lastró el año pasado: la degradación de neumáticos.

Porque tocaba tarde de ensayos varios para Carlos Sainz en Bahréin.Y porque ahí quedó claro que sí, que sigue estando presente. Que el SF-23 se come los neumáticos. En la simulación de carrera quedó más que claro.

Intentaron disimularlo, ralentizando el ritmo para no desgastar tanto las gomas, pero el C3 sucumbió prácticamente a la par que las ruedas de Alonso. Mientras queFernando era un martillo, Sainz tenía problemas serios para mantener sus tiempos.

Alonso le metía un segundo por vuelta

Con el C2, lo mismo. En varias vueltas, en 1:39... y eso es un problema. Un problema ya no por Red Bull, que está en otra galaxia, sino porque el Aston Martin se mantenía en 1:38 sin prácticamente problemas.

Por lo demás, queda claro que la 'Scuderia' ha hecho un monoplaza tremendamente veloz. Rápido como casi ninguno y poderoso en clasificación. Sí, es exactamente lo mismo que en 2022.

Porque Ferrari fue más que fuerte en tanda corta, pero a la hora de la verdad muchas de las poles logradas por Charles Leclerc quedaban en nada por una tanda larga en la que se notaban las costuras del coche rojo.

Toca trabajar para arreglar lo de 2022

Ahora toca ver cómo solucionar este problema. Este gran problema. Porque los puntos se reparten los domingos, y porque la degradación de las gomas es uno de los aspectos clave si se quiere pelear por títulos.

De poco sirve ser el más rápido el sábado, o pelear con los más rápidos el sábado, si el domingo las ruedas aguantan pocas vueltas y no permiten exprimir el poder del coche. El poder que Ferrari tiene.