Red Bull de nuevo con problemas de fiabilidad. Verstappen no ha podido terminar la clasificación por falta de potencia y ha caído hasta la décima posición.

El neerlandés luchaba con los Ferrari por lograr salir primero en la carrera del Gran Premio de Hungría. Sin embargo, en la Q3, Verstappen veía como su RB18 decía basta. "No power", avisaba por radio al equipo

"En la última tanda quería tirar y no había potencia. Hemos intentado solucionarlo con el volante pero no ayudaba nada y ahí ha terminado mi vuelta", ha explicado Max para 'Dazn'.

El piloto de Red Bull se ha quedado con las ganas de ver qué podría haber sido, ya que tenía un gran ritmo. La escudería de bebidas energéticas había trabajado por la noche para recuperar la distancia que los separó de los Ferrari durante la jornada del viernes y lo había logrado, tanto que Verstappen luchaba con Leclerc y Sainz por la pole, pero en el momento clave se ha quedado sin potencia.

"Por supuesto es muy frustrante. Ha sido una clasificación muy positiva hasta el momento, porque teníamos un muy buen ritmo", ha añadido.

Así pues, el neerlandés sale décimo y tratará de remontar posiciones para poder llegar a la cabeza y lograr una victoria que le dejaría el Mundial en bandeja antes del parón de verano. "Intentaré adelantar, pero no es fácil aquí. Seremos pacientes y esperaremos a las oportunidades", ha zanjado Verstappen.

Mercedes vuelve a ganar la partida

Que la lucha del Mundial está entre Ferrari y Red Bull está claro. Sin embargo, ambos equipo sigue sufriendo reveses a causa de la fiabilidad. Primero fue Red Bull y luego Ferrari, pero, quien todavía no ha tenido ningún problema de estos, es Mercedes.

La escudería alemana ha tenido problemas de rendimiento y ritmo, pero nunca han tenido que retirarse por fallos de motor o electrónica, algo que sí les ha pasado a Red Bull y Ferrari. Un aspecto que está siendo clave en esta temporada.