Max Verstappen ha salido al paso para corregir hasta a sus jefes. A uno de sus jefes. A una de las voces más autorizadas dentro de Red Bull. El neerlandés, una vez hecha la presentación de lo que terminará siendo el RB19,nuevo coche de los de las bebidas energéticas para el Mundial, ha negado que vaya a construirse un simulador en su avión.

"Pienso que sería un poco absurdo. Creo que debió entenderlo mal y dijo que era un avión... pero no. No voy a instalar uno ahí", afirma.

Y es que donde sí lo va a hacer va a ser en su 'motorhome': "Me estoy construyendo uno nuevo para viajar por Europa a los Grandes Premios. Le dije que instalaría uno ahí".

"Quiero seguir conduciendo cuando vuelva por la noche porque me gusta. Es mi hobby, y te mantiene alerta", insiste.

Verstappen tiene claro que Marko debió entenderlo mal: "Debió ser así porque hablé con él el año pasado".

Todo por la afirmación, que terminó por hacerse viral, de que Verstappen iba a instalar un simulador en su avión privado para seguir practicando entre carrera y carrera.

Ahora, tras la frase de Verstappen, queda claro que todo ha sido un mal entendido que, como él mismo dice, "es un poco absurdo".