Jessica Hawkins, embajadora de Aston Martin y actual piloto en la W-Series, ya sabe lo que es subirse a un Fórmula 1 en el trazado de Hungaroring. Y es que la británica se subió el pasado jueves al AMR21, el monoplaza oficial de la temporada 2021, para completar unos test, convirtiéndose así en la primera mujer que se sube a un F1 en los últimos cincoaños.
El test lo realizó junto a Felipe Drugovich, y las sensaciones fueron muy buenas. Tanto es así que la propia Jessica ha admitido que le ha costado "sangre, sudor y lágrimas" poder llegar hasta donde ha llegado.
"Quiero agradecer enormemente a todos en el equipo por confiar en mí, creer en mí y darme esta oportunidad. Me ha costado sangre, sudor y lágrimas llegar hasta aquí. Ha valido absolutamente la pena y me ha brindado información realmente valiosa", ha comentado Hawkins tras el test.
"Nada se compara con la aceleración y la frenada de un coche de Fórmula 1. Quiero inspirar a otras mujeres y hacerles saber que deben seguir su sueño, sin importar cuál sea", añade, en unas declaraciones recogidas por 'Soy Motor'.
Asimismo, Mike Krack, jefe de equipo de Aston Martin ha aprovechado para destacar la gran labor de su embajadora: "Es un momento especial, tanto para Aston Martin como para Jessica. Quedamos realmente impresionados con su preparación".
"Sus comentarios fueron precisos y se correlacionan con nuestros datos. Jessica ejecutó un excelente programa de pruebas con una actitud muy profesional y esperamos verla pronto nuevamente en el monoplaza", añade el mandamás luxemburgués.