Fernando Alonso fue muy optimista tras bajarse del Aston Martin y pilotarlo por primera vez. El asturiano hizo 97 vueltas en los test de Abu Dhabi y tuvo muy buenas sensaciones, acumulando mucho kilometraje. Sin embargo, Antonio Lobato ha querido rebajar el optimismo y apunta a que en 2023 Aston Martin no será uno de los mejores equipos de la parrilla.

"Durante el año pasado dije que Alpine no tenía opciones, que Alonso no tenía opciones de luchar por la victoria. Y desde que anunció el fichaje por Aston Martin que ni 'La Misión' ni nada, que va a ser difícil. Será difícil verle luchando con Alpine o McLaren el próximo año, si lo consiguen será un gran éxito. Yo no vendo ningún pollino", señala Lobato en 'Radio Marca'.

"Yo ya lo advertía con 'El Plan', que a mí no me salía. No tengo ninguna esperanza de ver a Fernando ganar carreras el próximo año. Hay que cruzar los dedos para que en dos o tres años Aston Martin haga un equipo para luchar", añade.

Tiene claro que Alonso va a hacer trabajar mucho a los ingenieros: "El coche tiene que caminar hacia el estilo del piloto, hacia su forma de conducir. Fernando lo que va a hacer es volver locos a los ingenieros para tratar de modificar el año, lo que considere necesario, para que se adapte a su forma de conducir y que el coche sea más rápido el próximo año".

Las sensaciones de Alonso

"Se fue muy contento. Por lo que he podido saber, se llevó una impresión del coche mejor de la que esperaba. Estuvo bastante satisfecho con la entrega de potencia del motor y el funcionamiento del coche le sorprendió. Quería conocer la dirección asistida del coche, que es fundamental", dice Lobato tras el primer test del asturiano con su nuevo monoplaza.

"La prueba fue muy positiva. Dio 97 pruebas y eso es un aprendizaje, un máster para adaptarte al Aston Martin", añade el periodista para cerrar el tema del equipo británico.

Alonso puso punto y final a su duro año en Alpine: "El motor de Fernando era el único que le quedaba, tenía un problema muy alto y el problema parece similar al de México. De forma premeditada no, el objetivo de Alpine era acabar por delante de McLaren en el Mundial de Constructores. Es una historia de mala suerte que, afortunadamente, ya ha terminado".