Si Mercedes quiere plantarse cara a cara con Red Bull como ocurrió en 2020 con la lucha entre Max Verstappen y Lewis Hamilton, las cosas tienen que cambiar muchísimo. Tanto que George Russell es bastante pesimista.

En Imola las flechas de plata llevarán un importante paquete de mejoras con el objetivo de alcanzar a Aston Martin y bajar la distancia con Red Bull. Pero el joven inglés cree que "no cambiarán el mundo".

"Imola es un fin de semana nuevo, tendremos algunas piezas nuevas en el coche. Esperemos que eso sea positivo. No va a cambiar el mundo para nosotros a corto plazo, pero espero que sea un paso en la dirección correcta", expresó el joven piloto.

"Creo que no podemos dejarnos llevar, tenemos que hablar en la pista. Tenemos que ver cómo funcionan las mejoras cuando lleguemos allí. Crucemos los dedos para que sean brillantes, pero eso sólo lo sabremos el viernes por la mañana", dijo Russell, sexto en el mundial con 40 puntos por detrás de Carlos Sainz.

Eso sí, ese paquete de mejoras no será el definitivo. Sólo unos "primeros pasos", según apuntaron desde la escudería: "Esperamos que sea más rápido, esperamos que sea mejor en términos de clasificación y ritmo de carrera".

"La clave es que no sólo queremos mejorar el tiempo por vuelta, sino que queremos avanzar en una dirección de desarrollo diferente. Creemos que a largo plazo tendremos más posibilidades de luchar por ganar carreras y mundiales", comentó un miembro de Mercedes a 'Motorsport'.