El SF21 tenía ritmo. Mucho. Lo demostró un Charles Leclerc que se pudo llevar la carrera de no haber sido por el gran ritmo final de Lewis Hamilton.

Mucho peor le fueron las cosas a Carlos Sainz. El español fue sexto y desaprovechó una gran oportunidad de incluso luchar por los puestos de podio.

Dos momentos clave arruinaron su carrera. En primer lugar su parada en boxes, que duró hasta 12 segundos. La pistola que debía apretar una de las ruedas se quedó encajada.

A partir de ahí todo fue mal. El español se encontró con Daniel Ricciardo, con mucho menos ritmo, pero no logró adelantarle. Hasta 15 vueltas estuvo por detrás, a menos de un segundo, pero no encontró el hueco, desesperado.

Sainz no pudo aprovechar el gran rendimiento que mostraba su Ferrari, que ha dado un importantísimo salto de calidad en las últimas carreras.

El ex de McLaren llegó al box con cara de pocos amigos, consciente de que era una jornada para haber logrando un enorme resultado, tal y como hizo Leclerc.