Una carrera llevamos, pero Fernando Alonso ya ha dejado una acción que bien puede ir directa a lo mejor del año. A lo mejor del Mundial de Fórmula 1 de 2023. Porque el asturiano, el bicampeón del mundo, ha encontrado por fin un coche a su altura. Ha encontrado un Aston Martin que funciona. Que funciona muy bien... y que dejó a Lewis Hamilton con cara de incredulidad detrás de su casco en la noche de Bahrein.

No es para menos, porque lo que le hizo Alonso al Mercedes es de esas cosas que parecen imposibles. De eso que o lo ves o no te crees. De lo que tan solo está al alcance de unos pocos elegidos. Sí. Fernando lo hizo, y se lo hizo a Lewis. A un piloto al que tenía muchas ganas por ser quien es. Por ser, junto a Michael Schumacher, el más laureado de la historia de la F1.

Y porque le tiene ganas. Desde que estaban en McLaren. Desde que lucharon en Ferrari. Desde siempre. Pero desde hace mucho no sucede con dos coches que estén a la par. Con un Alonso a bordo de un monoplaza competitivo. Ahora tiene. Porque el Aston Martin AMR23 es un tremendo vehículo.

¿Por fuera? No, por dentro

Con él ha dejado una de esas maniobras que van a estar entre las mejores del año. Se acercó. Poco a poco. Rascando medio segundo por vuelta. Viendo lo que se acercaba, Hamilton entró en boxes. Alonso, ante la sorpresa de todos, hizo lo propio. Con duras, ambos, Fernando ya estaba a tiro de DRS.

Se le mostró, para que Lewis viera el color verde por sus retrovisores. Estaban ya en la vuelta 38 cuando sucedió la magia.

Cuando nadie podía dar crédito. Primero, por fuera. Enseñando el Aston Martin en la curva 10. Engañando a Hamilton. Porque no, no iba a ser por fuera. Iba a ser por dentro. Ahí le metió el coche. Ahí se lo puso en paralelo. Y ahí fue cuando puso todo para, en paralelo, llegar ya delante a la próxima curva.

A Russell, a Hamilton, a Sainz...

Fue un escándalo. Ya se lo hizo a Russell, pero a Hamilton es siempre una historia diferente. Fue una más de Alonso, que en Bahréin llegó al podio después de este tipo de acciones que terminaron con una brutal pasada a Carlos Sainz. Sí, hay coche... y 'Magic' ha vuelto.