Ferrari, el segundo del año. Tanto en el mundial de constructores (por detrás de Red Bull) como en el mundial de pilotos (con Charles Leclerc por detrás de Max Verstappen). En Maranello han mejorado, sí, pero no ha sido suficiente para competir hasta el final de la temporada.

Carlos Sainz quiere también competir por ser campeón del mundo. Esa es su gran obsesión. Así lo ha manifestado en varias ocasiones. Y espera que su oportunidad pueda llegar ya en la próxima primavera, cuando arranque un nuevo curso.

En declaraciones recogidas por 'Motorsport', analiza la temporada: "Hay que ejecutar mejor las carreras en general, y digamos que las salidas en mi caso particular. Este año hemos tenido problemas que nos han impedido hacer buenas salidas".

"También tuve un problema con el embrague en Abu Dabi, que me hizo perder la posición con Lewis, así que perdí cinco o seis segundos porque tuve que luchar contra él. La otra es, obviamente, la estrategia", explica el piloto español.

Para él es fundamental ser claros con los objetivos: "Es importante establecer los objetivos correctos y poner los neumáticos adecuados en el coche el domingo".

"Llevamos un tiempo trabajando en ello. Y luego están las mejoras del coche. Si queremos vencer a Mercedes y Red Bull, tenemos que actualizarnos más que ellos, y hacerlo bien", dijo Sainz.

Afirma que están en el camino correcto, pero que no es un camino corto: "Roma no se construyó en un día, así que hay que tener en cuenta de dónde venimos. Si nos fijamos en los progresos que hemos hecho como equipo en los dos últimos años, podemos ver que estamos bien". Todo ello en un día en el que Mattia Binotto ha presentado su dimisión.

"A puerta cerrada somos muy autocríticos. Ante la opinión pública, intentamos defender a todos, no culpar al otro. Y creo que estamos haciendo un buen trabajo en ese sentido, pero es cierto que hemos cometido varios errores este año y todos queremos hacerlo mejor", ha sentenciado.