Con el debut de Fernando Alonso con Aston Martin, el asturiano deja atrás una segunda temporada en Alpine marcada por los constantes fallos de fiabilidad del coche 14, es decir, del suyo.

Por mucho que su ya excompañero Esteban Ocon quisiera sacar pecho afirmando que él también había sufrido problemas, la realidad, confirmada hasta por la escudería francesa, es bien distinta.

Desde el Gran Premio de Austria a comienzos de julio, el bicampeón del mundo de Fórmula 1 ha corrido con los mismos componentes de motor en las 12 carreras restantes, o lo que es lo mismo, no ha sufrido cambios en más de la mitad de la temporada.

En su estreno con Aston Martin, donde completó 97 vueltas y marcó el tercer mejor tiempo en los test de Abu Dhabi, Alonso dejó un 'palo' a su exequipo por el lastre con el que ha debido lidiar este 2022: la fiabilidad del motor.

Al ovetense le dieron un coche con un kilometraje alto, lo que le provocó "preocupación", pero finalmente pudo completar incluso más giros de los que componen un Gran Premio.

"Cuando me dijeron el kilometraje del motor ayer por la noche, me preocupé, porque pensé que ese número es un poco alto para mis estándares. Pero dimos 97 vueltas. Es sobresaliente", señaló Alonso.

No es de extrañar la felicidad desbordante de Fernando tras bajarse del monoplaza, señalando que es optimista al "más del 100%"... y prometiendo guerra para 2023.