El Aston Martin se ha ganado el respeto de sus rivales. Lo ha hecho no por palabras. No por inversión. No por fichajes. Lo ha hecho con realidad. Con una que se ha visto en los test. Con un Fernando Alonso rápido a bordo del AMR23 que, además, ha tenido un ritmo excelso en tanda larga.
En una simulación de carrera en la que están Red Bull... y ellos. Sí, porque en lo que viene siendo el vuelta a vuelta, tan solo Aston Martin es capaz de seguir el ritmo del equipo campeón del mundo.
Tan solo ellos son capaces de mantener los neumáticos sanos y frescos, con una degradación que ha sorprendido incluso dentro de la propia escudería. Puede que en clasificación no estén con los más grandes, pero en carrera se van a permitir mirar hacia arriba.
Van a poder, visto lo visto en los test, ver mucho más cerca su objetivo de liderar la zona media. Porque con Alpine y McLaren perdidos en combate, y Alfa Romeo como posible sorpresa, su degradación ha hecho que hasta Ferrari se dé cuenta de que el peligro no solo va de azul.. sino también de verde.
"Aunque Red Bull está lejos..."
Antonio Lobato, una de las voces más autorizadas en lo que a Fórmula 1 se refiere en el panorama mundial, ha compartido un tuit en el que deja claro que las cosas han cambiado en Aston Martin.
"No debería decir esto, pero el AMR23 va muy bien. Tenían prevista una degradación, y ha sido mucho menor. En el equipo hay muchas sonrisas", cuenta.
Y ojo a su afirmación: "Red Bull estará lejos, pero la elección de enemigos ha cambiado".
Porque no eran todo solo promesas, y a falta de ver qué han escondido algunos y qué han dejado de esconder otros, Aston Martin ha cumplido con creces su trabajo en invierno.
El coche funciona. Funciona mejor que muchos en clasificación y que prácticamente todos en tanda larga.
Considerado "parte activa"
La UCO sostiene que Piqué fue "parte activa" en el contrato de la RFEF de Rubiales con Arabia Saudí para la Supercopa
El contexto Según el informe de la UCO al que ha tenido acceso laSexta, los investigadores atribuyen al exjugador un papel más relevante del que se creía en la adjudicación del contrato de la Supercopa de España.