Fernando Alonso tiene motivos para soñar en Mónaco. Tras un inicio de temporada decepcionante por parte de Aston Martin y un Gran Premio de Emilia Romagna en el que parecía que el castillo de naipes se desmoronaba completamente, ha sido poner un pie en las calles de Montecarlo y desatarse de nuevo la ilusión.

Así lo demostró este viernes tanto en las tandas largas como, principalmente, en las simulaciones de clasificación, que son, sin lugar a duda, el punto clave del fin de semana. El paquete aerodinámico del AMR24 se ha adaptado como anillo al dedo al Circuito de Mónaco. "Las novedades introducidas han funcionado bien y ahora tenemos más carga", dijo Alonso al concluir los entrenamientos libres.

Pero ese no es el único 'as' bajo la manga que tiene Aston Martin, ya que han conseguido solventar uno de sus puntos débiles. Se trata de la potencia. La falta de rendimiento del motor Mercedes les había lastrado en comparación con los propulsores Ferrari y el morot Honda de Red Bull.

Sin embargo, las singularidades del trazado monegasco hacen que el equipo británico pueda exprimir al máximo la potencia de su propulsor, utilizando un mapa motor muy agresivo que les puede dar varias décimas de segundo por vuelta.

Esto le da a Fernando Alonso una oportunidad única para pelear por la ansiada victoria número 33 en Mónaco y para resarcirse tras perder el triunfo en 2023 por un error estratégico de Aston Martin.