Dos millones de euros. Ese fue el coste que tuvieron los accidentes de Mick Schumacherpara Haas en 2022. Esa cifra y sus pobres resultados la pasada temporada le costaron su asiento en Haas y, por lo tanto, le dejaron fuera de la parrilla de la Fórmula 1.

Seis meses después, el hombre que tomó la decisión de echar al hijo del ‘kaiser’, Günther Steiner, ha hablado sobre su paso por el equipo, y sus palabras sobre el piloto no han dejado indiferente a nadie.

Steiner ha recordado el día en el que Schumacher estrelló el coche volviendo a boxes. Sucedió en el Gran Premio de Japón de 2022, tras unos entrenamientos libres. Al concluir la sesión, el piloto alemán perdió el control de su monoplaza sobre la pista mojada de Suzuka, y lo destrozó contra el muro. “¡Sucedió en la maldita vuelta de regreso a boxes!", exclamó Steiner al ser preguntado por el accidente.

"Nadie más destrozó su coche"

“¡En la vuelta de regreso a boxes! Claro, estaba muy mojada la pista, pero nadie más destrozó su coche mientras pilotaban de regreso a boxes”.

“Perdemos un coche después de cinco minutos y ahora tenemos que construir otro. No puedo tener un piloto del que no estoy seguro de que pueda conducir un monoplaza de manera segura en una vuelta lenta”, dijo el jefe de Haas justificando el despido del piloto alemán.

Reparar el monoplaza para poder competir el día siguiente le costó al equipo más de 700.000 dólares, causando la irritación de Steiner: “Es jodidamente ridículo. ¿Cuántas personas podríamos emplear con 700.000 dólares? Y ahora tengo que encontrar ese dinero”.

Haas es el equipo con el presupuesto más bajo de la parrilla, por lo que las reparaciones de los accidentes mermaron notablemente las posibilidades de progresar de la escudería norteamericana.

Al anunciar la marcha de Schumacher, Steiner aseguró que “ni una ‘pole’ como la que hizo Magnussen en Brasil le habría valido para quedarse”. Seis meses después, el directivo italiano, lejos de arrepentirse, se jacta de haber acabado, al menos de momento, con la trayectoria de Mick.