La Fórmula 1 no permite a los pilotos que den marcha atrás a sus monoplazas mientras estén rodando. Pero esta regla tiene una excepción que Lewis Hamilton pudo usar en el circuito de Imola, donde logró escalar hasta la segunda posición final.

Todo ocurrió de la siguiente manera. El inglés se fue contra el muro y se quedó tirado en la tierra, pero de repente sus ruedas marchaban hacia atrás. Trataba de colocar el vehículo para incorporarse a la pista.

Y la propia Fórmula 1 ha explicado el motivo por el que esa maniobra, a priori ilegal, sí fue valida. Michael Masi, director de la carrera, lo detalló en declaraciones a los medios tras la conclusión de la tercera prueba del Mundial.

"Creo que, al observar el incidente en el momento en el que ocurrió, dar marcha atrás para salir de la grava y volver al circuito, escuchamos la radio entre Lewis y su equipo y le estuvieron asesorando todo el rato. Así que en esa circunstancia particular, no pensaría en informar a los comisarios", afirma Masi.

El reglamento, con respecto a esta situación, es claro en el punto 27: "Si un coche abandona la pista, el piloto puede reincorporarse. De todos modos, sólo puede hacerlo cuando sea seguro hacerlo y sin conseguir una ventaja duradera".

Por lo tanto, explicado por Masi y por el reglamento de la F1, la maniobra del campeón inglés fue totalmente válida. Una maniobra que le facilitó su segundo puesto y su liderato en el Mundial, aunque solo un punto por encima de Max Verstappen. La F1, más igualada que nunca.