Fernando Alonso cumplió con su cometido en Mónaco. El asturiano, que salía 14º en una prueba con opciones mínimas de puntuar tras una mala clasificación, llevó el coche a salvo al garaje e incluso estuvo muy cerca de conseguir esa última plaza de puntos en las calles del Principado.

Es más, él incluso pensaba que sí que había puntuado. Que esas 15 últimas vueltas finales con neumáticos de más de 60 giros sí iban a servir para algo tras el pinchazo de Stroll. Sin embargo, no fue así... como le dijeron desde Aston Martin.

Desde un equipo que está lejos de ser el que era en 2023 y también incluso de cómo era a comienzos de año. Las actualizaciones no están sirviendo, al menos no han servido en Imola y Mónaco, y Alonso ya ha avisado del "toque de atención" que suponen estos dos fines de semana.

En Montecarlo, al bajarse del coche, se tiró un buen rato mirando al resto de monoplazas. Observando con atención. Prestando interés en cada detalle aerodinámico de varios coches como, por ejemplo, los RB que sí han evolucionado con respecto al comienzo de curso. Y sí, también al Red Bull y al McLaren.

Cualquier cosa sirve. Cualquier detalle importa para saber si el minucioso estudio de Fernando a varios monoplazas en Mónaco ayuda en algo a un equipo Aston Martin que no está sabiendo, como demostraron en 2023, evolucionar su coche.

La próxima cita será ya en Canadá, donde Alonso llega con dos ceros y el equipo con apenas un par de puntos gracias al noveno puesto de Lance Stroll en el Emilia Romagna.

A saber si en ese momento en la fábrica han hecho lo que llevan mucho diciendo que harán y ponen piezas que den algo a un monoplaza falto de evolución y mejoras.