"El señor gruñón es nuestra arma más fuerte". Estas palabras de Toto Wolff, jefe de Mercedes, sobre Helmut Marko, asesor de Red Bull, han echado más gasolina al fuego.

La tensión entre ambas escuderías es total. El último choque entre Max Verstappen y Lewis Hamilton mantiene el mundial al rojo vivo. No se recuerda una batalla similar en los últimos tiempos.

Y los cruces de mensajes son continuos. Marko, de hecho, acusó a las flechas de plata de "montar el show" con Hamilton por sus dolores en el cuello después de la rueda trasera derecha de Verstappen le tocara en el casco.

"Si siempre se tira del freno de emergencia cuando ve al otro piloto alejarse, hay que controlarlo", ha expresado Toto Wolff.

El parón no parece ayudar a que la tensión se relaje. En Italia saltaron chispas entre los dos pilotos que aspiran a convertirse en campeones del mundo. Y ninguno de los dos parece querer aflojar.

Todo se decidirá en el tramo final de la temporada... y los precedentes demuestran que esta no podría ser la última vez que ambos choquen. Así lo apuntan muchas voces cercanas al mundo del motor.