Conforme se han ido consumiendo citas del calendario de Fórmula 1 ha quedado clara la superioridad de Red Bull y Max Verstappen en el Mundial.
La escudería de las bebidas energéticas suma 286 puntos en el campeonato de constructores y el neerlandés tiene en su casillero 182 unidades, números que chocan con los de Mercedes (242) y Lewis Hamilton (150).
Ante el pleno de victorias del equipo austriaco en las últimas cinco carreras, Mercedes quiere dar la vuelta a la tortilla en Silverstone, 'casa' del vigente campeón del mundo.
Para ello, desde Brackley se ha estudiado mucho lo sucedido en Austria y presentarán novedades en el W12. "El coche no funcionó particularmente bien en Austria. Ha sido muy difícil tratar de conseguir el equilibrio correcto, los ingenieros y los pilotos han tenido que trabajar muy duro en eso. Esperamos con muchas ganas el fin de semana en Silverstone, tenemos una gran actualización que es bastante emocionante para nuestros intereses", ha señalado Andrew Shovlin, director de ingeniería de Mercedes.
"¿Silverstone se adaptará mejor a nuestro coche? Bueno, Austria es un circuito en el que hemos luchado a lo largo de los años, es difícil, no parece adaptarse a nuestras características y estamos tratando de entender esos problemas. Silverstone, por el contrario, es un circuito en el que normalmente hemos ido muy bien y Lewis también disfruta mucho ahí. Estamos deseando llegar allí. No obstante, creemos que seguirá siendo un fin de semana de carreras desafiante", ha añadido en declaraciones recogidas la web oficial de la F1.
Shovlin ve al equipo capaz de revertir la situación y remontar a Red Bull en el Mundial: "La moral en el equipo es buena. Y, desde luego, nunca vamos a dar por perdido el Mundial, es lo último que haríamos. El lado positivo es que todavía quedan 13 ó 14 carreras para terminar y estamos a un abandono de Red Bull. Lo que necesitamos es mejorar nuestro nivel, cometer menos errores y continuar entendiendo mejor el coche. Si hacemos todo eso, estaremos en el buen camino".
A su vez, ha apuntado que la competencia con los austriacos este año, a pesar de que les esté alejando de las victorias, es beneficiosa para la escudería: "Es un experimento muy divertido el hecho de que nos encontremos en esta situación. Estar involucrados en una lucha difícil tras haber ganado nuestro séptimo campeonato seguido es una nueva experiencia que nos hace más fuertes. Dentro de muchos años miraremos atrás y diremos que fue necesario".