Qué poco se vio en pantalla a Mercedes. Qué poco se vio a Lewis Hamilton, y qué poco se vio a George Russell. Tan solo una acción, en la que ni fueron protagonistas, dejó entrever el alerón trasero del heptacampeón inglés de la Fórmula 1 en una carrera al sprint sobre la pista del GP del Emilia Romagna en el que pasaron completamente desapercibidos.

Porque la flecha plateada se ha quedado sin punta en este 2022. Y también sin velocidad, porque lo que el año pasado como se vio en Brasil habría sido una remontada hasta a saber dónde se quedó, tras 21 giros, en absolutamente nada.

Es lo peor que se puede sentir. Que no has podido hacer nada. Ni atacar ni defenderte. Ver que, tras dominar la F1 desde que en 2014 empezase la era híbrida, ahora se está tras Ferrari y tras Red Bull... y también tras o junto a Alpine, McLaren, Alfa Romeo y Haas.

No hubo nada de ritmo en los Mercedes. Y sí, sufren de rebote. Su 'porpoising' es evidente. Pero también lo es en los coches Ferrari, y la remontada de Carlos Sainz fue lo mejor de una prueba al sprint en el que Mercedes aparece como... nada.

En los Libres 2 asomaron la cabeza, pero a saber por qué razón cuando llega 'lo serio' ahora no tienen armas. En clasificación cayeron en Q2 y podría haber sido peor; en el sprint ni rastro.

De haber sido una carrera 'normal', ni Russell ni Hamilton habrían sumado puntos. Sí, ni Russell ni Hamilton quedaron entre los diez primeros. La prueba, sin incidentes. Solo Zhou se quedó fuera en, precisamente, la única ocasión en la que un Mercedes apareció en cámara porque Lewis iba por delante del asiático.

George fue undécimo; Hamilton, 14º. Un desastre total para el equipo que es campeón del mundo de constructores y que, con Lewis, se quedó a una vuelta de conquistar también el de pilotos en 2021.

Pocas veces se ha visto, en tan poco tiempo, un retroceso similar al que sufren los de la estrella. A saber si ya están pensando en 2023...