Ha pasado tiempo, pero por fin Lewis Hamiltonve un futuro en el Mercedes. Un futuro en el que poder ganar. En el que poder reeditar sus éxitos pasados. Sí, siempre ha dicho que confiaba en ellos, pero también que el coche no era precisamente una obra maestra. Ahora, tras lo que vivió en Barcelona, en el GP de España, sus sensaciones han cambiado.

Han vuelto a ser más que positivas, porque por fin el monoplaza, la versión 'B' del W14, pareció ser por fin un monoplaza competitivo. Tanto él como Russell acompañaron a Verstappen en el podio, y eso son más que buenas noticias.

"El de Barcelona ha sido el mejor coche que hemos tenido en el último año y medio", afirma.

Y sigue: "Esto es un gran subidón de moral, nos va a dar energía paraseguir con la evolución del W14".

"Hay que agradecérselo a la gente de la fábrica, que siguen apretando y es algo muy motivador tanto para mí como para el resto del equipo", insiste.

Porque por su cabeza tan solo pasa una cosa :"Quiero estar donde Verstappen,o al menos pelear contra él... pero nos queda mucho. Necesitamos tiempo".

Por él está claro que no va a ser: "Mi hambre no ha cambiado. Siento que estoy en un gran momento de mi vida. Estoy feliz, y bien físicamente".