Mercedes ha tomado una decisión radical. Consciente de que está demasiado lejos de la cabeza, de Ferrari y de Red Bull, ha decidido rediseñar su alerón trasero por completo. En el Gran Premio de Australia presentará uno diferente, mucho más pequeño que el actual.

Así lo cuenta el periodista especializado Mark Hughes, que lo califica de "parche": "Un parche provisional, pues los problemas aerodinámicos del 'porpoising' requieren una solución más profunda que está siendo investigada en la fábrica".

"El problema del 'porpoising' ha significado que el coche no puede generar la carga aerodinámica debajo de la carrocería que la simulación sugirió que era posible, y la única forma de mantener el problema bajo control ha sido aumentar la altura del suelo al asfalto", explica el periodista.

"Esencialmente, el Mercedes W13 ha estado llevando más alerón trasero de lo que al equipo le hubiera gustado, dada la mayor altura de manejo con la que se vieron obligados a llevar el coche. En Melbourne, con suerte ese no será el caso", detalla.

De esta manera Toto Wolff y los suyos esperan poder solucionar este problema en las rectas, donde su velocidad está muy lejos de la de los mejores. Decir adiós a ese porpoising podría provocar que las flechas de plata se acerquen a la cabeza. Y sus rivales, ya saben, esperan que con el paso de las carreras así sea.