Las protestas de Alpine por la diferencia de potencia entre los distintos suministradores de motores en la Fórmula 1 han dado sus frutos y, desde la dirección, ya apuestan por un nuevocambio de cara a 2026.

Sin embargo, esta decisión ha provocado una gran cantidad de críticas y oposición por parte de muchos de los equipos de la parrilla. El último de ellos, Mercedes, que a través de Toto Wolff, director de la escudería, ha manifestado su malestar ante la decisión.

Wolff, a través de unas declaraciones recogidas por 'RacingNews365', califica de "catástrofe" la decisión: "Tocar cualquier tipo de flujo de combustible o Balance of Performance (BoP) es una catástrofe y una declaración de bancarrota para la Fórmula 1".

"El entretenimiento sigue al deporte, y la razón por la que el deporte es tan creíble es porque tienes que trabajar duro para tener éxito. Si está retrocediendo como proveedor de motores y su motor no tiene el mismo rendimiento que otros, obviamente es un problema de todos", añade el austriaco.

"Pero al mismo tiempo, con un motor congelado, no queremos perder la oportunidad de darle oportunidades a alguien, pero eso debe hacerse de manera meritocrática", confiesa.

Sin embargo, asegura también que la idea, como tal, no es mala: "Tenemos una regla en las regulaciones de la unidad de potencia de 2026 de que si una unidad de potencia cae del 3% de la unidad de potencia superior, entonces los equipos se sentarían de buena fe y debatirían qué se podría hacer".