Lo de Sergio Pérez este fin de semana en Australia fue una constante cuesta arriba. Sufrió en Libres 3, se quedó fuera a las primeras de cambio en la clasificación y se tuvo que conformar con un quinto puesto el domingo. Un resultado pobre para el ritmo que tenía su Red Bull.

Hubo declaraciones cruzadas durante el fin de semana. Pérez se quejó del coche y Helmut Markole acusó de "estar inseguro", defendiendo que el monoplaza nada tenía que ver.

Tras la carrera, en 'F1TV', el mexicano explotó: "Fue un mal fin de semana, con todo lo que pasó ayer es inaceptable y siento que íbamos para un buen fin de semana hasta ayer".

"Definitivamente teníamos el ritmo para ganar, pero en cambio se trató de limitar daños...", dijo. Y así hizo, finalizando quinto por detrás de los Aston Martin de Fernando Alonso y Lance Stroll.

"Fue complicado no tuvimos el ritmo que normalmente tenemos, todos estuvieron más cerca hoy. Fue un gran lío con el tren de DRS al principio, tenía que tomar mucho más riesgo si quería hacer algo más de progreso y probablemente no habría terminado la carrera", comentó.

Reconoció que le faltó agresividad, pero se marchó contento con su quinto: "Si hubiese sido algo más agresivo antes, hubiese podido acabar en un mejor puesto, pero estoy contento con mi quinto puesto y con la vuelta rápida en carrera".

Pérez se mantiene segundo en el campeonato, aunque ahora con una diferencia de 15 puntos. Por detrás ya viene Alonso, a sólo nueve puntos con su AMR23.