Podían haber ganado y querían hacerlo... y por ello perdieron. Eso fue lo que pasó con McLaren y con Lando Norris en Sochi, en un GP de Rusia en el que las últimas vueltas fueron prácticamente toda la carrera con una lluvia que apareció, que dejó al inglés sin su primer triunfo en Fórmula 1 y a los de Woking con una valiosa lección.
Porque de las derrotas se aprende, y en McLaren lo han hecho. Eso es lo que se desprende de las palabras de Andreas Seidl, jefe de la escudería británica.
"La conclusión es que debimos pararle una vuelta después de que lo hiciera Hamilton y mantener así la segunda posición", cuenta el alemán.
Y es que Seidl reconoce que sabía qué tenían que hacer: "Con la lluvia que había en el pit lane debimos hacerlo. Teníamos la información disponible".
"El riesgo-beneficio ya no estaba en un nivel apropiado. Son decisiones de 50%. Es importante mencionar el 'feedback'... y en ese momento la radio de Norris era idéntica a la de Hamilton", argumenta Seidl.
Ahora queda la lección: "Tras la decepción trabajamos desde el día siguiente para ver qué pudimos hacer mejor. Hay cosas que mejorar en toma de decisiones y en comunicación".
"Me gusta ver cómo el equipo se enfrenta a esta situación. Es parte del deporte y frustrarte no te ayuda a seguir adelante. Damos otro paso adelante", termina.
Lando Norris pasó de poder ganar la carrera a terminar ya no solo sin ella sino también sin podio. Fue séptimo en Rusia.
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