Es el Mundial de Fórmula 1 más apretado de los últimos años. Mercedes contra Red Bull Honda. Lewis Hamilton contra Max Verstappen. Adiós a la desigualdad de las últimas temporadas.

El 'Gran Circo' está viviendo un comienzo de temporada realmente apasionante, porque por fin se ha puesto fin al dominio con puño de hierro de las flechas de plata y de Hamilton, con siete títulos mundiales en su palmarés.

Pero esta igualdad está provocando tensión, mucha tensión, entre ambas escuderías. Todo comenzó en Baréin con Verstappen siendo exigido por la FIA para que dejara pasar a Hamilton y ha continuado en Portimao.

Porque al neerlandés, segundo en la clasificación del Mundial, le quitaron la vuelta rápida por exceder de nuevo estos límites. Algo que en Red Bull critican amargamente.

Helmut Marko, directivo del equipo de las bebidas energéticas, es el que más lo ha hecho: "Ya hemos perdido la victoria, la 'pole position' y la vuelta rápida. Todas las cosas buenas vienen de tres en tres. Espero que se acabe ya".

Lío con los ingenieros

Pero la cosa no queda ahí. Varios empleados de Mercedes han hecho las maletas en dirección al equipo Red Bull. En concreto dos ingenieros de pista. Algo que no gustó nada a Toto Wolff: "Si esa es su estrategia...".

Un comentario que tuvo respuesta, otra vez, en Marko: "Nadie les ha obligado, ellos han venido con nosotros voluntariamente". La guerra entre ambas escuderías es total.