En tres investigaciones estaba metido Max Verstappen. En tres. En tres en una noche para olvidar. En una en la queRed Bull ha caído con sus dos coches en la Q2 de Singapur. En una pista, la de Marina Bay, en la que no han estado ni mucho menos cómodos. El neerlandés, eso sí, al menos tiene una buena noticia en una jornada más que complicada.

La de no haber recibido ni una sola sanción. La de, a pesar de en todo lo que estaba en la mesa de comisarios y de dirección de carrera, haber salido impune de todas las posibles pérdidas de posición a las que se enfrentaba.

Una de ellas, por entorpecer a Logan Sargeant en una melé de coches en las curvas 16 a 19. Tal fue la confusión que dirección de carrera puso, directamente, que investigaban a "muchos coches" por obstaculizar en esa parte de la pista.

Con un McLaren teniendo que adelantar para llegar antes de que se terminase el tiempo, era Verstappen quien estaba en la trazada del piloto estadounidense de Williams.

Tsunoda se quejó por radio

Además, en la Q2, obstaculizó a Yuki Tsunoda cuando el japonés estaba en vuelta. El nipón, de AlphaTauri, tuvo que abortar y entrar directo a boxes en una ronda de clasificación que no pudo superar. Sus quejas por radio a saber si habrán gustado a Red Bull...

Antes, y no en pelean en la pista sino en la línea de boxes, se paró haciendo que los coches que le precedían tuvieran también que frenar. Entre ellos, los dos Mercedes.

Dos reprimedas... y 5.000 euros

Todo eso se ha zanjado con dos reprimendas y 5.000 euros de sanción para un piloto que ha caído en Q2 y que saldrá desde la undécima posición de la parrilla. Parece improbable, porque imposible no hay nada, que pueda pelear por una victoria parala que Carlos Sainz y Ferrari son favoritos.