Max Verstappen está muy cerca de su tercer mundial consecutivo de Fórmula 1. Tiene 314 puntos en el mundial y su inmediato perseguidor, Checo Pérez, cuenta con 189 puntos. Se ha marchado al parón veraniego con una diferencia muy importante y con diez victorias en el bolsillo.

Pero ninguna de esas victorias han sido para él el momento más importante del curso. Cuando más aprendió fue en el Gran Premio de Azerbaiyán, en el circuito de Bakú. En aquella carrera fue segundo por detrás del mexicano, su compañero en Red Bull.

"En Bakú, no gané allí, pero aprendí mucho, con la forma en que quiero mis configuraciones, a partir de ahí solo ha mejorado y mejorado", ha desvelado el bicampeón del Gran Circo.

Asegura que aprende más cuando tiene que sufrir: "Podría haber elegido Hungría, donde estoy 30 segundos por delante, pero esos son los fines de semana perfectos, pero aprendes más en los fines de semana en los que no todo va bien".

Aquella carrera fue muy viral los desesperados mensajes de Max por radio, pidiendo a su equipo que le dijeran todas las configuraciones posibles para incrementar su ritmo. Pero no fue así. Checo fue superior.

Desde entonces no ha perdonado ni una sola victoria: ganador en Miami, en Mónaco, en España, en Canadá, en Austria, en Gran Bretaña, en Hungría y en Bélgica.