El Gran Premio de los Países Bajos ha dejado una de las mejores carreras del año en la Fórmula 1. El trazado de Zandvoort ha sido testigo de cómo la lluvia ha manejado a su antojo las estrategias de los equipos hasta tal punto que acertar con los neumáticos era cuestión de suerte.

Precisamente por las condiciones meteorológicas, Charles Leclerc decidió parar en las primeras vueltas de carrera para cambiar sus neumáticos blandos por los intermedios. Una decisión para la que claramente desde Ferrari no estaban preparados porque, cuando el monegasco paró, no había ningún neumático listo para montar en el coche '16'.

Se trata de una nueva mala gestión del equipo italiano que vuelve a afectar de manera directa a los resultados obtenidos por sus pilotos. Por ello, desde Maranello están viendo como la temporada se les presenta cada vez más complicada y se les escapa, además, el objetivo de la tercera posición en Constructores.

Sin embargo, el propio Leclerc ha querido quitarle algo de peso al asunto argumentando que la llamada a boxes fue suya: "Perdimos tiempo en la parada de la primera vuelta porque no estábamos preparados, pero la decisión fue correcta, aun así ganamos posiciones a pesar del retraso. La llamada fue mía".

Además, por si fuera poco, un toque con el McLaren de Piastri dejó al monegasco fuera de la carrera, ya que perdió hasta 60 puntos de carga aerodinámica. Algo que le hizo perder mucho tiempo por vuelta y que, finalmente, acabó por retirar a Charles.