Actualmente, con Aston Martin, estamos viviendo una situación similar a lo que se vio hace una década entre Fernando Alonso y Red Bull: la destreza al volante contra el coche más potente de la parrilla.
De 2010 a 2014, coincidiendo con su etapa en Ferrari, los de las bebidas energéticas se llevaron el gato al agua. Sebastian Vettel se coronó tetracampeón del mundo y su compañero, Mark Webber, cerca estuvo de arrebatarle alguna corona.
El australiano, amigo de Fernando y ahora representante de Oscar Piastri, ha explicado en 'Racingnews365.com' cómo es competir contra el asturiano.
Desde la primera vez que coincidió con él en 2001, Webber notó que era diferente: "Lo vi pasar por Eau Rouge y pensé: '¡Sí, está bien!'. Fue muy rápido y muy bueno en Spa y también muy rápido en Budapest. Inmediatamente fue muy competitivo. Sabía que sería imparable más tarde".
En ese momento ya tenía ese hambre de victoria: "Recuerdo haber jugado baloncesto con él una vez en Melbourne. Un dos contra dos, y él estaba enojado porque lo estaba derrotando y quería cambiar las reglas. Le encanta ganar".
"Nuestras carreras coincidieron en gran medida y siempre nos llevamos bien. Estaba probando en Renault cuando él era piloto de Minardi, y luego se fue como piloto de pruebas (a Renault) y yo fui a Minardi", ha añadido el expiloto de F1.
Sobre cómo se desarrollaron los rueda a rueda contra Alonso, Webber destaca el respecto mutuo que existió: "Él fue increíblemente justo conmigo. Creo que la relación ayudó, pero nunca nos tocamos, a pesar de que pasamos el 40% de nuestras carreras juntos".
Aun con respeto, Fernando siempre tenía el colmillo afilado: "Él siempre trata de ser impredecible, en el buen sentido de la palabra. De una manera justa. Además, trata de manipular tus líneas de carrera y enviar el aire sucio a tu coche".
"Fernando es alguien que piensa constantemente: '¿Cómo puedo ponértelo lo más difícil posible?'. Ya sea que esté atacando o defendiendo, ¡es brillante en eso! Pude aprender mucho de él mientras competimos el uno con el otro, aunque a veces acertaba yo, a veces acertaba él", ha añadido.
"Era mágico mezclando todo, manteniendo el ritmo muy alto y no era demasiado predecible", ha zanjado Webber, que en las últimas semanasha ensalzado en diversas ocasiones el nivel de Alonso a sus 42 años.