Alfa Romeo dispone de un volante aún por tener dueño y éste tiene precio: 30 millones de euros. Esa es la cantidad que necesita abonar el candidato que quiera unirse o seguir en la marca Sauber para la temporada 2022 de la Fórmula 1.

Hay dos pilotos en la lucha. Uno es el actual piloto de la escudería ítalo-suiza, Antonio Giovinazzi, y el otro es el chino Guanyu Zhou, segundo clasificado hasta el momento de la F2.

Zhou, favorito

El chino es quien más opciones tiene de convertirse en compañero de Valtteri Bottas para el próximo año ya que tiene el apoyo económico para poder comprar su entrada al equipo. Se rumorea que sus agentes ya han ofrecido una cantidad suculenta que ronda las expectativas marcadas para formar parte del proyecto y desde la escudería se vería con buenos ojos, ya que necesitan el dinero.

Su patrocinador oficial, la petrolera polaca Orlen, que llegó de la mano de Robert Kubica, no parece estar interesada en seguir formando parte de los sponsors del equipo y además, la octava plaza del campeonato se escapa, ya que Williams está cuajando mejor temporada.

Ambas razones explicarían la necesidad de ingresar dinero por otros medios, en este caso con la inyección de sus pilotos, a la cual Zhou está más que dispuesto. El piloto de la academia de Alpine sabe que no tiene hueco con Fernando Alonso y Esteban Ocon copando los dos asientos, así que no le queda otra que buscarse la vida fuera de casa.

Esta llegada también podría provocar un acercamiento entre Alfa Romeo y Renault para un hipotético hermanamiento en 2025, cuando se produzca el cambio en la reglamentación en los motores y la marca francesa, quien busca compradores, venda los suyos a la escudería dirigida por Fréd Vasseur, en vez de que sea Ferrari, como es hasta la fecha.

A parte de convencer a las cuentas del equipo, la F1 también aprobaría la llegada del joven piloto de 22 años, ya que acercaría el deporte a un mercado tan grande como es el chino. Comercialmente, todos saldrían ganando.

Auxilio a Giovinazzi

Quien sale perdiendo es Giovinazzi. Lo único que le sustenta ahora mismo es el rendimiento de los últimos Grandes Premios, en los que ha clasificado muy bien y ha superado a su compañero y campeón del mundo Kimi Raikkonen en su año de retirada.

Lo único que podría salvar al piloto italiano es una ayuda económica que igualara o superara la apuesta de Zhou. Eso es lo que está intentando Angelo Sticchi Damiani, el presidente de la ACI (Automobile Club d'Italia), quien se ha dirigido directamente al gobierno italiano para mantener a su único representante en el 'Gran Circo'.

"Es un gran piloto y todavía no hemos sido posibles de darle esa oportunidad de demostrar verdaderamente todo el potencial que tiene. Espero que el Gobierno Italiano tenga en cuenta todos esos valores de Antonio Giovinazzi y mueva fichas, algo fundamental para que esa ayuda que necesita llegue. Estamos hablando por supuesto de la maleta con la cantidad necesaria para su continuidad en la F1", dice Damiani.

"Actualmente no es como antaño en la F1, que los buenos pilotos no tenían problemas para seguir compitiendo. El que realmente vale por supuesto que sigue adelante, pero también el que tiene más cifras en su cuenta bancaria para aportar al equipo", continúa.

Por ahora, las especulaciones acercan más al italiano a la escudería del 'Cavallino Rampante' como tercer piloto, por detrás de Charles Leclerc y Carlos Sainz, a la vez que sería la apuesta de Ferrari para su vuelta al Mundial de Resistencia.

Lo poco, por no decir nada, probable

Se habían barajado otra opciones durante las últimas semanas. Nick de Vries, reciente ganador de la Fórmula E con Mercedes, aspiraba a conseguir asiento en Williams, pero el fichaje de Alexander Albon como sustituto de George Russell dejó a Toto Wolff sin opciones de poder colocar a su piloto, y ya no muestra tanto interés en que acabe en Alfa Romeo.

Se dice que es el único asiento disponible, o al menos el único que está abierto a la puja, porque se da por hecho que Aston Martin mantendrá a sus dos pilotos a pesar de no haberlo hecho oficial todavía.

Salvo sorpresa mayúscula, Lance Stroll, hijo del dueño de la escudería, y Sebastian Vettel se quedarán en la disciplina británica. La renovación del canadiense sucederá antes o después, y el tetracampeón del mundo, con un contrato de un año más otro a elección del piloto, parece que aceptará llevarla a cabo, aunque podría ser que el alemán tuviera otros planes.