Lewis Hamilton fue el primer piloto negro de la F1 y siempre ha hablado de sus deseos de aumentar la diversidad en el deporte. Pero ahora es Toto Wolff, el director ejecutivo de Mercedes, el que profundiza en la cuestión: "Lewis Hamilton tiene las cicatrices de ser abusado racialmente cuando era niño", dice su jefe del equipo.

Hamilton, que podría ganar un sexto título mundial en México este fin de semana, creció en un ambiente donde "era el único niño negro entre los niños blancos y sufrió abusos raciales en la pista", apunta Wolff.

El piloto, que ha sido el más rápido en los primeros libres de México, sufrió un episodio desagradable en 2008, cuando debutó en el McLaren junto a Fernando Alonso y fue abucheado por parte de los espectadores durante las pruebas de pretemporada en el Circuito de Cataluña.

"Si eso le sucede a un niño de ocho años o un niño de 10 años, simplemente deja cicatrices que no desaparecerán", añade Wolff en referencia a la infancia del actual rey de la Fórmula 1. Porque es una realidad que Lewis pudo superar, pero eso también "deja cicatrices", como detalla el director.

Por último, destaca la perspectiva "buena y madura" del campeón aunque "las cicatrices, ciertamente, siguan ahí".