La imagen de Lewis Hamilton bajándose del W13 tras el Gran Premio de Azerbaiyán fue la gota que colmó el vaso para que varias escuderías, entre ellas Mercedes como punta de lanza, cargaran contra la FIA reclamando medidas inmediatas para sofocar el 'porpoising'.

El rebote ha sido una consecuencia devenida del nuevo reglamento y equipos y pilotos aún continúan estudiando el factor y cómo poder controlarlo.

Al término de la carrera en Bakú, muchos pilotos mostraron su opinión al respecto, pero uno de los más duros fue el británico Lando Norris, que llegó a ironizar sobre su estado: "Pilotar mi McLaren es precioso, lo amo desde el primer momento".

"No me quejo. Tenemos un poco de 'porpoising', de balanceo, pero es con lo que tenemos que lidiar" , reflexionó el joven piloto.

"Es el precio de tratar de ganar rendimiento. Fácilmente podemos ir más abajo, ganar rendimiento y tener más 'porpoising', pero estamos en el equilibrio correcto", añadió.

Sobre las quejas del equipo de la marca de la estrella, Norris afirma que saben cuál es la solución para el endemoniado 'porpoising' que sufren, pero que prefieren quejarse que perder rendimiento para solucionarlo.

"Mercedes podría tener un suelo diferente y levantar la altura, lo que sería más agradable para ellos, pero no quieren perder rendimiento. No hay que quejarse, necesitan formas de arreglarlo ellos mismos", zanjó sin medias tintas Lando.