Los nervios suelen jugar malas pasadas y la tensión de ver a tu hijo disputar la carrera del GP de los Países Bajos 36 años después de la última edición, con opciones de llevarse la victoria y ponerse líder del Mundial, pudo haber sido la razón de que Jos Verstappen sintiera pinchazos en su estómago durante la carrera. No obstante, ese no fue el diagnóstico.
El padre del piloto de Red Bull siguió la prueba en todo momento, con Max liderándola de principio a fin, pero durante esas últimas vueltas empezó a encontrarse mal, quejándose de dolores estomacales repentinos e incesantes.
Al completarse los 72 giros con Verstappen coronándose triunfador, Jos decidió acudir al centro médico de Roermond, a pocos kilómetros del circuito, para ser atendido, mientras que en Zandvoort se vivía una fiesta sin igual celebrando la victoria de su hijo.
Según apuntó el periodista Erik Van Haren, Jos "parece que tiene una infección intestinal y ahora está tomando antibióticos", con los que se espera que tenga una pronta recuperación.
En efecto, Jos ha contestado a dicha información publicada en redes sociales bromeando y tranquilizando a sus seguidores: "Estoy bien. Mala hierba nunca muere".
Deberá estar listo para el siguiente episodio, en el mítico circuito de Monza este próximo fin de semana, donde Max se juega seguir en lo más alto de la clasificación.