El Gran Premio de Las Vegas no ha sido del agrado de Max Verstappen prácticamente desde el principio. El neerlandés, fanático de los circuitos clásicos, se ha mostrado en contra durante toda la semana con la Fórmula 1 por correr en un circuito que, dice, les tratan como "payasos".

Sin embargo, tras la carrera del domingo, Verstappen suma una victoria más esta temporada (ya van 18) y, por ello, ya no ve con tan malos ojos este circuito. Además, tras cruzar la bandera a cuadros, no dudó a la hora de ponerse a cantar "Viva Las Vegas" con su ingeniero por radio.

Es por ello por lo que Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, cree que la opinión de Max sobre el espectáculo que se ha generado en Las Vegas es diferente tras la carrera de ayer. Un Horner que, precisamente, siempre ha manifestado que iba a ser una de las carreras más entretenidas de todas.

"Sabía que iba a ser una gran carrera, emocionante. Tienes largas rectas, grandes puntos de frenada y poco agarre, es difícil para los pilotos", asegura Horner en unas palabras que publica el 'Daily Mail'.

Asimismo, Christian reconoce que este tipo de carreras son las favoritas de Verstappen: "A Max le encantan las carreras así, incluso aunque haya recibido una sanción al principio. Viendo la forma en la que ha remontado y luchado, creo que ha cambiado su opinión sobre Las Vegas".

Ahora, en Red Bull tan solo tienen un objetivo más por cumplir: ganar la última carrera. De esta manera, los austriacos habrían conseguido la victoria en todas las carreras a excepción de una que ganó, precisamente, Carlos Sainz en Singapur.