Carlos Sainz protagonizó, en Las Vegas, uno de los momentos que marcan a la F1. Uno en el que poco tuvo que ver él. Uno que le pudo costar la cuarta plaza del Mundial de pilotos y a saber si la segunda de constructores a Ferrari. Porque penalizó. Porque tuvo que cambiar motor y caja de cambios. Porque no tuvo más remedio que hacerlo por algo ajeno tanto a él como al equipo de Maranello.
Y es que se comió una alcantarilla mal fijada en la pista. En la nueva pista. En la gran novedad del Mundial de Fórmula 1 2023. Una que Alonso esquivó sin que nadie sepa bien cómo, pero que él no pudo evitar. El coche, destrozado; la sesión de Libres 1, suspendida. Los Libres 2, con retraso y sin público.
Él, noqueado ya para la carrera a los 10 minutos de comenzar los entrenamientos. Con Ferrari clamando al cielo por lo sucedido, e incluso con los comisarios buscando cómo evitar sancionar al madrileño, ahora ya sabemos qué equipo de los nueve restantes estaba a favor de que penalizasen al madrileño.
Alpine, a favor de la sanción
Sí, ese equipo es Alpine. Lo sabemos a través de su jefe, Bruno Famin, quien ha confirmado que ven lógica la sanción que recibió Carlos Sainz en Las Vegas.
"Los comisarios tomaron la decisión correcta. Si abrimos la puerta a estas cosas esto va a ser interminable. Es lamentable, pero no había otra opción", cuenta.
Y explica: "Fue decisión de los comisarios. Los equipos no dijeron nada. Fue desafortunado, pero no había otra opción".
"Hubo un incidente y él no lo pudo evitar. No tuvo nada que ver, pero pierdes motor, caja de cambios, transmisión... y penalizas", cuenta.
La FIA discrepa
Versión que da el jefe que difiere en parte a la de Derek Warwick, expiloto y comisario de la FIA: "Esa sanción nos pareció mal, y estuvo mal. Son las reglas, pero hicimos lo posible para que no sucediera".