La vida ha cambiado para Aston Martin. Lo ha hecho en tan solo un año. Lo ha hecho del mismo modo que lo hizo en 2023. En aquel caso fue para bien. Para mejorar. En este, lo contrario. Quizá por ellos, quizá porque ahora hay más igualdad entre los coches. Sea por lo que sea, Fernando Alonso ha pasado de pensar en el podio en Australia la pasada temporada a, en esta, fijarse en los puntos.

Unos que incluso va a tener complicado lograr. Sale décimo, tras una clasificación complicada en la que ha sufrido con el fondo plano. Por delante de él, Lance Stroll. Su compañero en Aston Martin. Con quien debe tener especial cuidado. Con quien no va a poder arriesgar una salida en la que el objetivo es doble.

Por un lado, Yuki Tsunoda. El japonés de RB ha logrado una más que meritoria octava plaza... y a priori su ritmo en carrera debe ser inferior al del AMR24. Por el otro, Lewis Hamilton. El inglés no pasó a Q2, y está justo tras Fernando Alonso.

"Lewis sale undécimo..."

En esos dos frentes se fija el asturiano de cara a la carrera: "Veremos si podemos con Tsunoda... pero Hamilton sale undécimo, justo detrás".

"Va a ser una batalla intensa", cuenta el bicampeón del mundo de F1 en palabras que recogen en 'As'.

Pero las sensaciones son las que son, y se queda con algo positivo de todo: Entramos con los dos coches en la Q3 y eso es una buena noticia".

De pensar en podio... a pensar en puntos

Sí, porque ha cambiado la vida en Aston Martin. Porque lo de la 33 está, a diferencia del pasado año, prácticamente imposible si algo no cambia en un equipo que ya demostró en 2023 que eso de evolucionar el coche no es lo suyo.