Lewis Hamilton estuvo a punto de quedarse sin unos buenos 26 puntos en el GP de Emilia Romagna. El inglés, que salvo catástrofe será heptacampeón del mundo de Fórmula 1 esta misma temporada con Mercedes, casi se queda sin triunfo por... el asiento.
Y es que el de momento hexacampeón del mundo no estaba feliz con la silla. Tras 90 minutos de entrenamientos antes de clasificación y carrera, Hamilton primero lo puso más alto para tener más visibilidad, pero a última hora cambió de opinión y pasó lo que pasó.
Así lo ha relatado Andrew Shovlin, director de ingeniería de Mercedes: "En las vueltas a la parrilla nos dijo que le gustaría intentar bajarlo de nuevo. Hicimos ese ajuste... pero cuando presionó el freno el asiento se movió".
Prisas, muchas hubo: "Los chicos sacaron a Lewis de un salto y sacaron el asiento. Luego comprobaron que todo estaba bien apretado".
Hamilton sumó un total de 26 puntos en esa carrera. Los 25 habituales por ganar más otro por la vuelta rápida de carrera.
A falta de cuatro carreras, aventaja en 85 unidades a Valtteri Bottas, por lo que se puede proclamar campeón del mundo en la carrera de Turquía.
Para ello, con ganar le valdría, pues sacaría aún más puntos a su compañero y rival, que como máximo podría sumar 78 puntos en las pruebas que restan.
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