Antítesis de actuaciones de equipo en años consecutivos en Hungría para Alpine. El año pasado se descorchaba champán en honor a Esteban Ocon tras una magnífica ayuda de Fernando Alonso. Esta temporada, la ayuda del francés ha brillado por su ausencia.

Ocon consiguió el año pasado la primera victoria de su vida en la Fórmula 1. El francés la consiguió en la caótica carrera bajo el agua de Hungaroring.

En aquella ocasión, Lewis Hamilton iba remontando posiciones con una velocidad abismal hasta que se encontró con Alonso. El español realizó una defensa magistral ante el británico, al que tuvo tras él durante varias vueltas.

Una defensa que valió oro para que el piloto de Mercedes no pudiese llegar al liderato y los franceses celebrasen la victoria de su piloto de casa.

Situación radicalmente contraria a la vivida este año en el mismo circuito. Esteban Ocon perjudicó hasta en dos ocasiones a su compañero de equipo, siendo ambos superados en ambas maniobras por pilotos rivales.

En la salida, el francés se lanzó a cerrar a Alonso y permitió a Lewis Hamilton adelantar a ambos. Posteriormente en la radio, el asturiano afirmó no haber visto nunca "una defensa como la de Esteban hoy".

Por si fuera poco, Ocon subió la apuesta con una segunda acción sinsentido contra su compañero de equipo. Tras un cambio de neumáticos del francés, Alonso le superó en pista, pero Ocon volvió a pasarle en un adelantamiento temerario que acabó con ambos muy fuera de la trazada correcta, por donde sí pasó Daniel Ricciardo para superar a los Alpine.

Dos acciones con nulo compañerismo precisamente en el lugar donde el trabajo en equipo encumbró a Esteban Ocon como ganador de un Gran Premio de Fórmula 1. El Ying y el Yang.