La relación entre Christian Horner y Jos Verstappen no es buena. Es una realidad conocida por todos. El lío que ha habido en torno al jefe de Red Bull ha sacado a la luz el enfrentamiento entre ambos. Pero ahora quieren enterrar el hacha de guerra pensando en el cuarto título de Max.
Es el mensaje en el que ha insistido Horner en la rueda de prensa del Gran Premio de Arabia Saudí: "Hablé con Jos después del Gran Premio. Obviamente le felicité por la actuación de su hijo, y creo que es en interés de todos, colectivamente, que hemos acordado seguir adelante, centrarnos en el futuro".
"Y ambos tenemos un gran interés en que su hijo obtenga lo mejor y le proporcionemos los mejores coches y saquemos lo mejor de él. Ha comenzado la temporada de la mejor manera posible, es un talento excepcional. Y, esperemos que podamos seguir proporcionándole un coche muy competitivo", dice el jefe de la escudería de las bebidas energéticas.
Y recuerda todos los éxitos que han logrado juntos. Que han sido muchos... y los que quedan por venir: "El enfoque del equipo es en gran medida la defensa de los dos títulos que luchamos tan duro para lograr, tres mundiales sucesivos de Max, 55 victorias que ha logrado, 114 victorias que como equipo hemos conseguido, y ahora estamos empatados con Williams en número de triunfos".
"Hemos logrado mucho juntos y tiene un acuerdo hasta 2028. Desde el lado del equipo y desde el lado de Max, estamos decididos a construir sobre el éxito que ya hemos logrado. Estamos decididos a seguir intentando añadir muchos más éxitos en el futuro", sentencia Horner.
Quieren paz en Red Bull. Porque en los últimos días se ha colocado a Verstappen incluso como "candidato número uno" al asiento que deja Lewis Hamilton en Mercedes. Y eso es demasiado ruido para el equipo campeón.