Ha llegado el momento de Australia. Ha llegado el fin de semana, el Gran Premio, marcado en rojo en el calendario del Mundial de Fórmula 1. En rojo o, más bien, en verde. En verde del equipo de moda. De un Aston Martin que está sorprendiendo incluso a Fernando Alonso.De un coche que ha pasado en meses de ser el noveno equipo de la parrilla al segundo. Que ha pasado de pelear en la zona bajaa codearse con Red Bull y sumar dos podios en dos carreras.

Toca la tercera. Toca correr en Melbourne. Toca dar pelea en Albert Park. En una pista que, desde que se vio lo que se vio en los test de Bahrein, desde que se comprobó que todo era verdad ya con fuego real en la carrera de Sakhir, se debe adaptar mejor que bien a las características del AMR23.

A un coche que debe mejorar en DRS y en velocidad punta en recta pero que en tracción, en entrada y salida de curva, es el mejor. Lo fue incluso en Jeddah. En Arabia Saudí. En una pista de esas de velocidad en la que también fueron el segundo mejor coche a nivel global.

Aston Martin, el segundo equipo del Mundial

Porque están ahí. Porque han llegado. Lo han hecho por méritos propios y con un trabajo que más bien parece un milagro. Ya todos cuentan con ellos. Ya todos cuentan con Aston Martin. Ya todos saben que si quieren alcanzar a Red Bull primero han de batir a los de Silversone. Y ojo que en Australia no sean ellos el rival a ganar...

En los Libres 2 ya Alonso dijo el 'aquí estoy yo'.Sí, hubo lluvia, y tráfico, pero en igualdad de condiciones fue el más rápido. Eso no se lo quita nadie. Y nadie le quita haber metido casi medio segundo a Charles Leclerc y más de seis décimas a Max Verstappen.

Nada mal. Pero nada que nada mal. Nada mal para los intereses de Fernando Alonso, que a punto estuvo ya incluso el pasado año de lograr la pole con el Alpine. Sí, con un Alpine. Con el coche de su exequipo que, comparándolo con cómo es el Aston Martin y con cómo funciona el coche verde, está varios niveles por debajo.

La 33 puede ser aquí

Está para liderar la zona media, pero el AMR23 está para podios y para, por qué no, ganar. Para dar a Alonso la victoria 33. Podría llegar este fin de semana, porque Albert Park es esa clase de pista. Es ese circuito que podría estar hecho para el Aston Martin.

Los números están ahí. Y los resultados también. En Bahrein, quinto en 'qualy' y tercero final tras los Red Bull dejando atrás a cuantos salían al paso de Alonso; en Arabia Saudí, en una pista no para el AMR23, segundo en clasificación, líder al comienzo y finalmente de nuevo bronce.

Es la buena nueva para el automovilismo español, el poder ver a Fernando Alonso, bicampeón del mundo, en posición para lograr podios y victorias. En posición para competir con los mejores. En el lugar donde tanto tiempo buscó estar y al que ha llegado sin siquiera él imaginarse algo así. Luego ya está Ferrari.

¿Habrá reacción de Ferrari?

Luego está un equipo que necesita mejoras. Que debe reaccionar. Que con cada fin de semana que pasa se quedan con una bala menos en la recámara. A una vuelta nadie puede dudar de su potencial, y Carlos Sainz y Charles Leclerc bien podrían estar arriba el sábado. Ya en carrera la cosa cambia... cambia bastante.

Pero primero, los Libres 3. Luego, la clasificación. Será esa la primera gran cita con fuego real que tengan todos. Que tengan en Aston Martin. Que tenga Fernando Alonso. Que haya que dar camino a la 33. Y habrá que madrugar para todo.

Horario y dónde ver la clasificación del GP de Australia

La clasificación del Gran Premio de Australia de Fórmula 1 comenzará a las 07:00 hora peninsular de España, una menos en las Islas Canarias, y se podrá ver en 'DAZN'. En la web de laSexta, como es costumbre, podrás vivir en directo la pasión y la emoción de una 'qualy' marcada en verde para Fernando Alonso y para Aston Martin, al igual que el previo, los mejores momentos y las reacciones posteriores de la jornada.

'Operación Brodie'

Kosmos recurrirá el bloqueo de su cuenta por considerarlo "desproporcionado"

En un comunicado, la empresa alega que "ni Kosmos ni Gerard Piqué tienen la condición formal de investigados", añadiendo que "no hay nada que implique un delito" cometido por ninguna de las partes.