La locura se ha apoderado de toda la fábrica de Aston Martin. Prácticamente desde el Gran Premio de Barcelona en Montmeló de mayo 2022, los de Silverstone se enfocaron en confeccionar el monoplaza de 2023 y en invierno establecieron velocidad de crucero para llegar en las mejores condiciones posiblesal arranque del Mundial.

Y la realidad roza lo inédito e insólito: no se recuerda en los últimos años una evolución tan drástica de un equipo en el segundo año de reglamento y Aston Martin ha ganado casi dos segundos por vuelta en comparación a Bahrein 2022.

Los dos podios de Fernando Alonso en las dos primeras carreras del año han disparado la ilusión en el garaje verde y todos sueñan con darle un 'susto' a Red Bull, que por el momento parece inalcanzable.

Eso sí, tras lo visto en Arabia Saudí, la esperanza crece. Así lo ha explicado Mike Krack, jefe de Aston Martin, en declaraciones a 'As'.

"Esta semana confirma que vamos bien en un circuito donde esperábamos ser menos competitivos. Pero tenemos que ser cuidadosos, en los datos tenemos dos ejemplos ahora, dos circuitos completamente diferentes y fuimos competitivos, pero habrá otros circuitos", ha señalado.

El jefe de Alonso no descarta 'cazar' a Red Bull a lo largo del año: "Hay una carrera de desarrollos en marcha. Tenemos que ser cuidadosos con las predicciones. ¿Podemos ser capaces de cerrar esa desventaja con Red Bull? Trabajaremos duro, el año pasado pudimos progresar. La referencia siempre es el coche más rápido".

De hecho, tal es la 'histeria colectiva' en Aston Martin que los mecánicos no quieren irse a dormir por la noche.

"Es increíble, hay una buena tendencia en el equipo y estoy deseando ir a trabajar mañana. Hay que mandar a la gente a casa por las noches porque todos están deseando aportar", ha zanjado Krack.