Fernando Alonso tiene cada vez más motivos para sonreír y para estar feliz por la decisión de regresar a Renault. El asturiano, que vuelve a casa aunque a partir de 2021 se llame Alpine, ha visto cómo Daniel Ricciardo ha hecho podio en el GP de Eifel y ha logrado algo que en la marca no se veía desde 2011: subirse a un podio en una carrera de Fórmula 1.

Lo venían avisando, y es que se quedarn bastante cerca en no pocas ocasiones de volver a saborear un cajón que se les resistía desde hace más de nueve años. Desde que Nick Heidfeld se subiera en Malasia al podio. Desde ese momento, cero. Y a cero parecía que podían terminar viendo cómo terminaron 2019.

Sin embargo, no ha sido así, y el trabajo excepcional de Renault en invierno ha dado sin duda alguna sus frutos. Con un Daniel Ricciardo asentado de amarillo en su segundo y último año en la marca de Enstone, los franceses están completando un 2020 por el que pocos apostaban hace un año tras el paso atrás dado con respecto a 2018.

De hecho, el propio Fernando ha celebrado públicamente el podio de los de Enstone a través de una publicación en su perfil de Instagram con una imagen de Daniel Ricciardo y el siguiente mensaje: "¡Bravo! Gran trabajo".

Ricciardo, premio a la constancia

Pero ahora han dado no uno sino dos pasos adelante. Porque este podio, en Nurburgring, no es ni mucho menos una casualidad. Ricciardo lo llevaba ya rozando en varias ocasiones, con tres cuartos puestos entre los que además se incluyó la vuelta rápida en Spa. Ahora, a la cuarta, ha ido la vencida.

En Nurburgring, en el llamado GP de Eifel, Ricciardo tenía confianza. Estaba con ganas. Estaba resuelto a ocupar uno de los tres escalones del podio. Lo peleó y lo logró, aunque bien cierto es que Valtteri Bottas, de Mercedes, quedó noqueado y fuera de carrera.

Con todo, están ahí. Y si pasa algo, que siempre es posible en una carrera de Fórmula 1, pueden ya no solo rascar valiosos puntos sino regresar de nuevo a un podio de F1. La victoria está más lejos, y es que eso se les resiste desde que en 2008 Fernando Alonso obtuviera el triunfo con el Renault en el GP de Japón.

2021, año de transición... pero mejor con algún podio

Obviando los tiempos de Lotus, en Francia reina el optimismo. El bicampeón asturiano dijo en su día que 2021 sería un año de transición, pero mejor que sea dulce antes que amarga y, quién sabe, si poder lograr algún que otro podio más para sumar a su amplia lista de éxitos.

Será 2022 el año marcado en rojo. O en amarillo. O en el nuevo color que luzca en el chasis de Alpine. Ahí es cuando todas las miradas apuntan al final del dominio de Mercedes y una competición más de pilotos que de ingenieros. Y ahí es donde Fernando Alonso puede marcar la diferencia.

Del bajón de 2019 al subidón de 2020... ¿y de 2021?

De momento, Renault está demostrando ser, junto con Racing Point gracias a su buen hacer pintando de rosa el Mercedes de 2019, el equipo que más ha avanzando con respecto al pasado año. En el Mundial de Constructores pelean por la tercera plaza y por ser, junto con los de Stroll y McLaren, el primer equipo del resto de la parrilla de la F1.

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