Tras dos carreras del mundial de Fórmula 1 (Bahréin y Arabia Saudí), dos carreras en las que Red Bull ha dominado de manera más que contundente, el ambiente en la escudería de las bebidas energéticas es irrespirable. Una guerra civil que protagonizan Christian Horner, Helmut Marko y Max Verstappen. Y dos bandos claramente enfrentados.
Todo empezó con el supuesto acoso de Horner a una trabajadora de Red Bull. Fue absuelto, pero Marko y Verstappen, sobre todo Jos (su padre), pidieron que la investigación siguiera adelante. Muchos son los rumores que han colocado a unos y otros fuera del equipo.
Y ahora Horner ha querido poner las cartas sobre la mesa. Él es el jefe y quiere que eso quede claro. Ni Marko ni Verstappen lideran Red Bull. Ha sido muy contundente en declaraciones que recoge el medio 'Planet F1'.
"Creo que ya se han dicho demasiadas cosas por otras partes. El equipo es el equipo, Max es parte del equipo, Helmut es parte del equipo, yo lidero este equipo, y todo el mundo tiene un papel clave que desempeñar", ha dicho Horner después de un Gran Premio de Arabia Saudí en el que volvieron a hacer doblete.
"Ningún individuo es más grande que el equipo", insiste un Horner que parece no temer la pérdida de Max, tricampeón de la F1. Y Mercedes está muy pendiente de la situación. A Toto Wolff le encantaría contar con el piloto neerlandés.
"Tenemos un coche fenomenal. Tenemos un asiento libre para el año que viene. Probablemente tengo 16 pilotos que están desesperados por estar en ese coche para el año que viene. Tenemos una fuerte relación con Max. Ha hecho un trabajo maravilloso. Su atención está muy centrada en lo que hace en la pista y ahí es donde está nuestra atención"., sentencia Horner.